martes, 16 de junio de 2015

Luces de Bohemia

Luces de Bohemia


Ramón del Valle-Inclán: Luces de bohemia
  • Biografía
  • Contexto europeo
  • Situación de España
  • La literatura española en ese período
  • El teatro anterior a 1936
  • Estudio de Luces de Bohemia
  • En el mismo dossier, los temas de selectividad:
  • La estética de Valle-Inclán: de lo bello a lo feo, de lo sublime a lo grotesco y a lo deforme. 
  • Parodia de la decadencia histórica, social, moral e intelectual de la España de la época. 
  • Teoría del esperpento.
  • La figura trágica de Max Estrella.
  • Función de los personajes secundarios y simbolismo de sus nombres.
  • Tiempo y espacios de la obra. 

Mira, Zaide, que te aviso


Mira, Zaide, que te aviso es un romance escrito por Félix Lope de Vega Carpio. A este se le ha llamado “monstruo de la naturaleza” por su extraordinaria capacidad de trabajo y su especial sensibilidad poética. Es uno de los autores más representativos de los siglos de oro, tanto por la calidad de su extensa producción literaria, como por la popularidad que alcanzó. En este autor, vida y obra están estrechamente unidas, por lo que sus composiciones se centran en temas de índole personal como el amor, Dios, la fe, los sentimientos... Sus apasionadas relaciones amorosas, los procesos en los que se ve envuelto, las fiestas cortesanas y literarias en las que participó, los momentos religiosos de sincero arrepentimiento, son datos que aparecen como marco, como tema o como fondo de sus obras.
En Mira, Zaide, que te aviso, Lope usa una forma épica, con personajes supuestamente moriscos, para burlarse de sí mismo y de su relación con su amante Elena Osorio. Tras los nombres de Zaide y Zaida, se esconden los protagonistas de la historia real. Elena era una mujer casada, pero con el marido ausente, hija del empresario teatral para el que comenzó a trabajar Lope. Parece ser que Lope de Vega explicó a un amigo suyo su relación con Elena y la reputación de la mujer enseguida fue conocida por todo Madrid. Aunque Lope retó en duelo al amigo por no guardar su secreto, Elena, ofendida denunció a Lope de Vega por calumnias, razón por la cual fue desterrado de la corte. La estructura interna consta de dos partes: el parlamento de Zaida, que reprocha a Zaide que se vaya de la lengua y no sepa guardar el secreto de su relación, eso sí, elogiando otras muchas virtudes de su amante; y los últimos cuatro versos en los que interviene la voz del narrador para cerrar con la amenaza de Zaida, es decir, Elena Osorio.
Como hemos comentado anteriormente, nos encontramos delante de una estrofa de carácter popular, que junto al soneto fue de las estrofas más cultivadas por Lope de Vega. Este romance de moriscos, donde, como en toda su obra, el amor humano y divino, personal y familiar del autor queda reflejado en sus versos, es de versos octosílabos con rima asonante en los pares dejando libres los impares. Cabe destacar el uso de una licencia métrica en el verso tres para que cuadre el recuento silábico del poema.
Al tratarse de una estrofa de carácter popular, caracterizada por la sencillez, no encontramos demasiadas figuras retóricas. Pero merecen destacarse, aparte del uso del campo semántico propio de los romances moriscos ( cautivos, cristianos, alcaide, abencerraje, moro), las anáforas ( con la repetición al inicio de varios versos de queni y si), los paralelismos como ( no pases por mi calle – no hables con mis mujeres, qué fiestas me dan contento – qué colores me aplacen, que hiendes, rajas y partes – que danzas, cantas y tañes), los pleonasmos en el veros 25-26 ( pierdo- gano, perderte-ganarte), las metáforas ( corrida de haber mirado, con lo que se refiere a las lágrimas y los galanes de tus partes, con lo que se refiere a sus cualidades).
La sencillez aparente de este largo romance de Lope de Vega se refleja en la escasez de hipérbatos, muy típicos en toda poesía y con lo que nos hace ver que la misión de esta obra poética no era meramente estética, sino que pretendía ser entendida por el pueblo.
Debemos destacar la ironía, que es constante a lo largo del poema por alabarse a sí mismo y criticarse también de forma humorística, aunque con un fondo amargo, por la boca del personaje de Zaida. Podríamos añadir que sus romances se caracterizaban por una naturalidad y claridad expresiva que se alejaba de lo artificioso. Esa es la razón por la que nos supone una cierta facilidad entender el mensaje y la historia que nos quiere explicar sin necesidad alguna de releer y analizar estrofa por estrofa.

Lope de Vega: "Suelta mi manso, mayoral extraño"



Suelta mi manso, mayoral extraño, 
pues otro tienes de tu igual decoro, 
deja la prenda que en el alma adoro, 
perdida por tu bien y por mi daño. 

Ponle su esquila de labrado estaño, 
y no le engañen tus collares de oro, 
toma en albricias este blanco toro, 
  que a las primeras hierbas cumple un año. 

Si pides señas, tiene el vellocino
pardo, encrespado, y los ojuelos tiene 
como durmiendo en regalado sueño.
Si piensas que no soy su dueño, Alcino, 
suelta, y verásle si a mi choza viene, 
que aun tienen sal las manos de su dueño. 

Lope de Vega es considerado uno de los poetas más relevantes del Siglo de Oro, debido a la extensión y calidad de sus obras. Cultivaba todo tipo de estrofas pero sentía preferencia por los romances y sonetos (versos castellanos e italianos característicos del Barroco). Su poesía estaba estrechamente vinculada con su vida, ya que a través de ella plasmaba sus sentimientos y experiencias con gran precisión. Los temas más empleados en sus composiciones eran el amor, la mitología y la religión propios de la poesía barroca. Lope de Vega tenía especial debilidad por el romancero y la lírica tradicional. Este hecho está presente en el soneto, ya que emplea en él una expresión alejada de cualquier artificio en la que se abstiene del uso de adornos y que aporta mayor fluidez y ligereza a la composición. 

El siguiente poema pertenece a la lírica cultivada durante su juventud, en la que destacaban los romances y sonetos de temática más variada, en contraposición a las obras cultivadas en su madurez que abrazaban principalmente temas religiosos. En esta obra, el autor se centra en un tema autobiográfico de carácter amoroso y además, pastoril con influencias del petrarquismo español. Lope de Vega dedica este soneto a Elena Osorio, una joven con la que mantuvo una tormentosa relación. El argumento principal está basado en la historia de ambos, en la que la muchacha decidió abandonarle por Francisco Gravela, un hombre adinerado y poderoso. La estructura temática del poema se divide en cuatro partes, las cuales coinciden con el número de estrofas: 

-En la primera estrofa, el autor lleva a cabo una petición dirigiéndose al hombre que le ha robado a su amada, alegando que él puede conseguir a cualquier mujer que desee y, por lo tanto, debe dejar marchar a Elena. 

-En la segunda estrofa, Lope de Vega refleja la rabia que siente hacia él, ya que este se la ha arrebatado utilizando sus riquezas y alhajas para conquistarla (“y no le engañen tus collares de oro”). La juventud e inexperiencia de la joven, reflejada en el verso octavo (“que a las primeras hierbas cumple un año”), hace que esta caiga rendida a los pies del seductor Gravela. 

-En la siguiente estrofa, el poeta hace una descripción física de su amante (“…tiene el vellocino, pardo, encrespado”). 

-Por último, en la cuarta estrofa, reta a Gravela a que la deje marchar porque el amor sincero que siente por él hará que la muchacha vuelva a sus brazos. 

El lenguaje empleado es común y cotidiano, pero consta de una gran abundancia de adjetivos (pardo, extraño, regalado…) y también introduce referencias personales empleando numerosos posesivos (“su esquila”, “mi manso”, “tu bien”, “mi daño”). Además, utiliza el modo imperativo y los vocativos, preferentemente, en la primera y cuarta estrofa (“ponle su esquila”, “mayoral extraño”, “deja la prenda”). 

En cuanto a la métrica, se trata de un soneto (típico de la lírica italianizante), de versos endecasílabos, de rima consonante que siguen el siguiente esquema: ABBA-ABBA en los cuartetos, y CDE-CDE en los tercetos. El soneto incluye diferentes figuras retóricas propias del Barroco. En primer lugar, todo el poema constituye una metáfora, ya que Lope de Vega utiliza términos propios del ámbito pastoril, para plasmar sus vivencias personales de una forma más indirecta. En los versos 9 y 12, encontramos varias anáforas: “Si pides señas, tiene el vellocino” “Si piensas que no soy su dueño, Alcino” También en los versos 8 y 14: “que a las primeras hierbas cumple un año”, “que aun tienen sal las manos de su dueño” A lo largo de la composición, el autor hace una repetición clara de la conjunción “y”. En el verso 4 y 7 encontramos dos antítesis muy pronunciados (“perdida por tu bien y por mi daño”, “blanco toro”). Además, en el verso 11 está presente una comparación (“…y los ojuelos tiene como durmiendo en regalado sueño”) con la que hace referencia a la forma de los ojos de la joven. 

A pesar de tratarse de un poema del Barroco, el autor no refleja explícitamente la situación de crisis y dificultades que se vivía en aquella época, sino que la deja en un segundo plano y se centra por completo en el amor (otro de los temas recurrentes) y en lo que este conlleva. Podemos decir, por lo tanto, que aunque el poeta goce de un estilo propio y singular, sigue con fidelidad los rasgos que caracterizan al movimiento.

Poema dramaturgo Lope de Vega

Ir y quedarse



Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.


Lope de Vega fue uno de los poetas y dramaturgos más importantes del Barroco y  siglo de Oro. Nació en Madrid el año 1562 y murió en la misma ciudad 73 años después. Escribió aproximadamente 3.000 sonetos, 4 novelas cortas, 9 epopeyas 3 poemas didácticos y varios centenares de comedias (aproximadamente 1800) . Fue amigo de Quevedo, estuvo enemistado con Góngora y mantuvo una dura rivalidad con Cervantes. Su vida fue tan extensa y extrema como su obra. Su vida amorosa fue muy intensa ya que mantuvo relaciones con un gran número mujeres incluso después de haber sido ordenado sacerdote tuvo varias amantes.
Ir y quedarse es un soneto publicado en 1634, se encuentra en el poemario titulado Rimas humanas. El poema se sitúa en la última etapa de Lope, marcada por un gran vitalismo debido a la muerte de su hijo, lo que le llevó a tener un inmenso temor a la muerte muy presente en el poema. Visible en el último verso.
El tema del soneto es la definición del amor, un amor en silencio, que calla y duele, imposible de olvidar. También está muy presente el concepto de ignorancia y el engaño amoroso que sufre el amante.
La estructura interna del poema se puede clasificar de la siguiente manera:
Los dos primeras estrofas: el poeta expresa sus sentimientos y reacciones ante un desengaño amoroso.  Expone el inmenso dolor que siente y la angustia vital por no poder estar con su amada. Primera cuarteto expone su situación y en el segundo sus sentimientos.
La tercera estrofa: se expone la desesperación del amante. Habla solo, pide fe y paciencia, y considera su espera y el tiempo que está sin ella eterno. Por lo tanto su única opción es aferrarse a lo eterno.
Cuarta estrofa: a modo de conclusión iguala su vida al infierno.
Se trata de un soneto formado por dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos y rima consonante (ABBA, ABBA, CDE, CDE).
En el poema se emplean un gran número de figuras retóricas:
  • Uso reiterado del polisíndeton en los versos 1, 2, 4, 5, 7, 8, 11, 12 y 14.
  • Gran número de antítesis y oxímoros: Quedar/partir. Temporal/eterno. Cielo/infierno.
  • Metáforas en el verso 3, en el que compara la amada con una sirena; y en el verso 7, cuando estaba con su amada estaba en el cielo y en su ausencia en el infierno.
  • Epítetos: alma ajena, tierna arena.
  • Símil:  verso 3: arder como la vela y consumirse; verso 7: caer de un cielo, y ser demonio en pena.
  • Personificación: mudas soledades.
Lope de Vega fue uno de los autores más importantes del barroco, realizó una obra muy extensa donde tocó varios temas sobretodo el amor.
Este poema trata uno de los temas más importantes en la última etapa de Lope: el desengaño amoroso. Podemos ver el desasosiego provocado por un desengaño, hecho contradictorio ya que Lope tuvo amores con muchas mujeres a la vez.

Lope de Vega

Un soneto me manda hacer Violante, Lope de Vega

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.

 Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

 Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
 que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.

(Félix Lope de Vega y Carpio, Madrid, 1562- id., 1635)

Escritor español. Lope de Vega procedía de una familia humilde y su vida fue sumamente agitada y llena de lances amorosos. Estudió en los jesuitas de Madrid (1574) y cursó estudios universitarios en Alcalá (1576), aunque no consiguió el grado de bachiller. Debido a la composición de unos libelos difamatorios contra la comedianta Elena Osorio (Filis) y su familia, por desengaños amorosos, Lope de Vega fue desterrado de la corte (1588-1595). No fue éste el único proceso en el que se vio envuelto: en 1596, después de ser indultado en 1595 del destierro, fue procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo. Estuvo enrolado, al menos, en dos expediciones militares, una la que conquistó la isla Terceira en las Azores (1583), al mando de don Álvaro de Bazán, y la otra, en la Armada Invencible. Fue secretario de varios personajes importantes, como el marqués de Malpica o el duque de Alba, y a partir de 1605 estuvo al servicio del duque de Sessa, relación sustentada en una amistad mutua.
Lope se casó dos veces: con Isabel de Urbina (Belisa), con la que contrajo matrimonio por poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid; y con Juana de Guardo en 1598. Aparte de estos dos matrimonios, su vida amorosa fue muy intensa, ya que mantuvo relaciones con numerosas mujeres, incluso después de haber sido ordenado sacerdote. Entre sus amantes se puede citar a Marina de Aragón, Micaela Luján (Camila Lucinda) con la que tuvo dos hijos, Marcela y Lope Félix, y Marta de Nevares (Amarilis y Marcia Leonarda), además de las ya citadas anteriormente.
En 1526, Navaggero, cónsul italiano en Granada, conoce a Juan Boscán. Boscán inicia la introducción del metro italiano en España, entre otros, el soneto. Hay unos precedentes de su práctica, aunque con menos éxito (Marqués de Santillana, Sonetos fechos al itálico modo).
Este soneto tiene una forma perfecta y “cuadrada”. Posteriormente, Garcilaso de la Vega lo lleva a lo más alto. En el siglo XVII se convierte en la forma preferida de los poetas. Incluso Fray Luis, que siempre prefirió la lira, compuso 5 sonetos. Como no iba a ser menos, el Fénix de los ingenios, Lope de Vega, también lo cultivó. Pero él fue mucho más allá, pues incluso compuso un soneto “explicando” o “dando la receta” para componerlos, el que ahora nos ocupa.
Al principio del poema nos sitúa in media res, ya que no nos hace ninguna presentación de nada, solamente nos informa de su empresa actual. En el segundo verso, Lope utiliza la captatio benevolentiae, con gesto de humildad, aunque sea falsa. También en el primer verso encontramos la excusa literaria “un soneto me manda hacer Violante”. Así pues, este Violante (en principio un nombre inventado) hace de mecenas de Lope y es el porqué de este soneto. Claramente, podemos establecer un paralelismo con otras obras suyas como en “Mándanme, ingenios nobles, flor de España,…”, donde nos encontramos en la misma situación.
El soneto presenta una métrica regular de 11 sílabas y una rima de ABBA ABBA CDC DCD. La grandeza en este poema es que sin hablar de nada habla de todo. Dicho de otro modo, aparentemente esta lírica no cuenta ninguna historia pero en cambio nos detalla el modo de hacer un soneto.
El lenguaje es extremadamente sencillo, no hay ni una palabra con difícil comprensión. Junto con este fácil lenguaje nos encontramos con una ausencia de figuras literarias, tal y como las conocemos, pues este poema se desvía hacia el conceptismo, de un modo elemental. Solo encontramos tópicos latinos como la captatio benevolentiae et alii que vimos con anterioridad e hipérbatos (ya que sigue siendo un poema, un poco desordenado). Dicho esto si ordenamos todos los versos veremos que no hay otra complejidad.
En definitiva, no hay ninguna temática oculta en el fondo y es, quizá, el poema más sencillo pero a la vez desconcertante e inquietante de Lope de Vega y que, por lo tanto, el fin de Lope era explicar cómo se hacía un soneto, o como lo hacía él, dentro del mismo.

LUIS DE GÓNGORA

“Ándeme yo caliente y ríase la gente”

La armonía y el equilibrio que caracterizaban al ¨Renacimiento se rompieron por completo en el siglo XVII. Esta ruptura supuso el inicio de un nuevo movimiento artístico y literario, el Barroco. Se singularizaba por una visión más pesimista y cruda de la vida, debido al severo periodo de crisis y decadencia que se estaba viviendo en toda Europa. Luis de Góngora fue uno de los autores más destacados de este movimiento. Además, fue considerado precursor de una nueva corriente poética llamada culteranismo. Ésta se basaba, como su propio nombre indica, en el uso de cultismos que aportaban mayor complejidad y fuerza a sus creaciones. A pesar de ser el principal cultivador de este tipo de poesía, Góngora también escribió obras siguiendo la tradición popular. De hecho, participó en la revitalización de este tipo de poesía llevada a cabo durante el Barroco. La aparición del nuevo movimiento no supuso la pérdida de las técnicas y características empleadas en el Romanticismo. Se recurría a los mismos temas, tales como la muerte, la naturaleza y el amor; y a la vez se empleaban los tópicos renacentistas más comunes, entre ellos el “beatus ille”. 
En las composiciones del Barroco también estaba muy presente la mitología. Góngora introducía en sus obras alusiones mitológicas, que normalmente presentaban relatos amorosos (Píramo y Tisbe, Hero y Leandro). La obra de Góngora puede clasificarse en dos etapas: durante su juventud, el autor se decantó por los poemas populares de mayor sencillez; y a medida que éste entraba en su madurez, dejó atrás la tradición popular y empezó a escribir poemas cultos. 
El poema que analizaremos es una letrilla (estrofa que deriva del villancico) que surge de un refrán popular (“Ándeme yo caliente, y ríase la gente”). En ella, Góngora hace un elogio de la vida humilde, llena de placeres sencillos, y, a la vez, refleja su desprecio hacia el poder y los lujos que este conlleva. El autor pretende hacer una crítica de la sociedad y de la pésima situación en la que ésta se encuentra. Por esa razón, utiliza un tono burlesco y escéptico, propio de la sátira. 
El poema está basado en el tópico renacentista del “beatus ille”, aunque en este caso, el autor utiliza una versión satírica de éste. Los temas que abraza esta letrilla son característicos de la lírica barroca: la muerte, el amor petrarquista llevado a una mayor tensión, la naturaleza y el desengaño de la vida. 
El poema puede dividirse en tres partes, según la temática: a lo largo de las dos primeras estrofas, se encuentra un desprecio burlón del poder y el lujo; en las estrofas 3 y 4, el autor refleja su rechazo hacia los comerciantes y empresarios ambiciosos que solo buscan enriquecerse:
Busque muy en hora buenael mercader nuevos solares;yo conchas y caracolesentre la menuda arena…
También describe con detalle la naturaleza que envuelve la imagen; y en las dos últimas estrofas, ridiculiza el amor y manifiesta su gran prioridad: la comida y la bebida. El poeta hace alusión en numerosas ocasiones a alimentos (morcilla, bellotas, castañas…) con la intención de reivindicar aquello que es realmente importante en una situación llena de penuria y dificultades, y mostrar su rechazo hacia aquellos gozan de una vida opulenta y no son capaces de valorarlos. 
En cuanto a la métrica, la estrofa empleada es una letrilla, de rima consonante, formada por versos octosílabos que siguen el orden: ABBAACC. También consta de un estribillo que se repite al final de cada estrofa aportando una mayor musicalidad a la composición. En la obra abundan los sustantivos comunes y cotidianos como por ejemplo: brasero, castañas, caracolas…Aun así, sigue siendo un poema de gran complejidad estilística. En la primera estrofa, el autor usa la conjunción “y” en abundancia. También predominan los adjetivos (tierno, dorada, amorosa…), tanto es así, que encontramos un epíteto en el verso 16 (blanca nieve). 
Las figuras retóricas no son excesivas, ya que se trata de una obra popular más sencilla. A lo largo de los versos de la primera estrofa encontramos una personificación:
Mientras gobiernan mis días,mantequillas y pan tierno,y las mañanas de inviernonaranjada y aguardiente.
También predominan los hipérbatos: vv 15 y 16:
Cuando cubra las montañasde blanca nieve el enero
vv 22 y 23:
Busque muy en hora buenael mercader nuevos solares.
En la última estrofa, encontramos una metáfora: vv 40 y 41:
Sea mi Tisbe un pastel,
y la espada sea mi diente
en la cual, el autor compara a la joven amante Tisbe con un pastel y a una espada con sus dientes.
El lenguaje empleado es coloquial pero también están presentes algunos cultismos que aportan mayor formalidad al poema (tálamo: lecho conyugal, lagar: taberna). 
Para concluir, podemos decir que la situación desfavorable que se vivió en el Barroco tuvo una gran influencia tanto en la literatura como en el arte. Los autores barrocos abordaban los temas con gran dramatismo e intensificaron los contrastes para aportar mayo expresividad a sus obras. La poesía se convirtió, más que nuca, en el mejor vehículo para expresar los sentimientos y plasmar las circunstancias vividas. Por esa razón, fue uno de los géneros más cultivados y llegó a su máximo esplendor.

El Quijote



Selectividad 2013 

  • Características de la locura de don Quijote.
  • Principales diferencias entre la Primera y la Segunda parte.
  • Las tres salidas del protagonista.
  • Carácter de Sancho Panza.
  • Los ideales quijotescos: justicia, libertad, sentido caballeresco.
  • El  amor cortés y la creación de la amada ideal.
  • Función de cide Hamete Benengeli.

 Capítulos seleccionados

Primera parte

PRÓLOGO 
CAPÍTULO 1.  Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha.
CAPÍTULO 7.  De la segunda salida de nuestro buen caballero don Quijote de la Mancha.
CAPÍTULO 8.  Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos  de viento, con otros sucesos dignos de felice recordación.
CAPÍTULO 9.  Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron.
CAPÍTULO 20. De la jamás vista ni oída aventura que con más poco peligro fue acabada de famoso caballero en el mundo como la que acabó el valeroso don Quijote de la Mancha.
CAPÍTULO 21. Que trata de la alta  aventura y rica ganancia del yelmo de Mambrino,  con otras  cosas  sucedidas a nuestro invencible caballero.
CAPÍTULO 22. De la libertad que dio don Quijote a muchos desdichados que mal de su grado los llevaban donde no quisieran ir.
CAPÍTULO 25. Que trata de las estrañas cosas que en Sierra Morena sucedieron al valiente caballero de la Mancha, y de la imitación que hizo a la penitencia de Beltenebros.
CAPÍTULO 31. De los  sabrosos razonamientos que pasaron entre don Quijote  y Sancho Panza, su escudero, con otros sucesos.
CAPÍTULO 44. Donde se prosiguen los inauditos sucesos de la venta. 

Segunda parte

PRÓLOGO 
CAPÍTULO 3.  Del ridículo razonamiento que pasó entre don Quijote,  Sancho Panza y el bachiller Sansón Carrasco.
CAPÍTULO 10. Donde se cuenta la industria que Sancho tuvo para encantar a la señora Dulcinea, y de otros sucesos  tan ridículos como verdaderos.
CAPÍTULO 23. De las admirables cosas que el estremado don Quijote contó que había visto en la  profunda cueva de Montesinos, cuya imposibilidad y grandeza hace que se tenga esta aventura por apócrifa.
CAPÍTULO 29. De la famosa aventura del barco encantado.
CAPÍTULO 41. De la venida de Clavileño, con el fin desta dilatada aventura.
CAPÍTULO 48. De lo que le sucedió a don Quijote con doña Rodríguez, la dueña de la duquesa, con otros acontecimientos dignos de escritura y de memoria eterna.
CAPÍTULO 62. Que trata  de la aventura de la  cabeza encantada, con otras niñerías que no pueden dejar de contarse.
CAPÍTULO 64. Que trata de la aventura que más pesadumbre dio a don Quijote de cuantas hasta entonces le habían sucedido.
CAPÍTULO 73. De los agüeros que tuvo don  Quijote al entrar de su aldea, con otros sucesos que adornan y acreditan esta grande historia.
CAPÍTULO 74. De cómo don Quijote cayó malo, y del testamento que hizo, y su muerte

Temas

El tiempo de don Quijote

Comentarios

1ª parte

2ª parte

Antología Siglo de Oro


1. Garcilaso de la Vega, “En tanto que de rosa y azucena”
2. Garcilaso de la Vega, “Si de mi baja lira”
5. Fray Luis de León, “¡Qué descansada vida…
6. Fray Luis de León, “Recoge ya en el seno”
7. Fray Luis de León, “Alma región luciente”
8. San Juan de la Cruz, “Noche oscura”
9. San Juan de la Cruz, “Llama de amor viva
10. San Juan de la Cruz, “Tras de un amoroso lance”
11. Luis de Góngora, “La más bella niña / de nuestro lugar
12. Luis de Góngora, “Ándeme yo caliente y ríase la gente
14. Luis de Góngora, “Soledad primera”, 1-61
15. Luis de Góngora, “Prisión del nácar era articulado
21. Francisco de Quevedo, “Érase un hombre a una nariz pegado”
22. Francisco de Quevedo, “¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
23. Francisco de Quevedo, “Madre, yo al oro me humillo”
24. Francisco de Quevedo, “Si eres campana, ¿dónde está el badajo?”
25. Francisco de Quevedo, “Miré los muros de la patria mía”